En la cirugía tradicional “abierta”, el cirujano usa una sola incisión para entrar al abdomen. Todas aquellas intervenciones quirúrgicas en las que es necesario hacer una incisión importante en la piel del paciente para acceder al campo operatorio en el interior del cuerpo. La herida resultante es de varios centímetros e implica puntos de sutura en la piel para su cierre.